lunes, 22 de febrero de 2010

Tarde

Me senté en la mecedora de la razón,
al frente del fuego y con el cuchillo en mano,
lo veía, lo tocaba,
aquella cuchilla resultada seductora,
la punta era brillante,
se veía imponente, casi invencible, impresionante,
me sentía segura con ese aparato en mi mano,
creía que nadie podría hacerme daño mientras lo cargara,
y si lo hicieran?
no dudaría en utilizar... mi cuchillo,
pero dolería utilizarlo?
me preguntaba:
como sería incrustarlo en la piel?
imaginaba la sangre por el piso,
la sangre en mis manos
mi enemigo vencido,
y reía,
no era capaz, lo sabía,
muy débil, me decía a mi misma,
eres muy débil,
no matarías ni a una mosca,
cobarde,
te encanta que todos vivan felices,
aunque a tu pesar,
cobarde,

Cuando mas segura me sentía,
Una chispa saltó,
fueron unos cuantos segundos de ceguera total,
me ardía igual que las palabras del demonio,
me ardía mucho más,
y entonces,
solté el cuchillo, -idiota-
era tu escudo,
tu salvación,
y lo soltaste,
cobarde volví a pensar,

De repente un nuevo dolor,
era nuevo, diferente, no ardía,
solo,
se llevaba la vida,
mi vista logró volver,
y con ella un charco de sangre empezó a caer,
eran mis pies!
que haría sin mis pies!
mi rostro se había quemado,
pero ahora eran mis pies!
Era mas grave,
uno puede caminar sin rostro,
el rostro lo imprime el corazón,
pero los pies!

Oh Dios, los amaba tanto,
y los corte
por cobarde!
por no aprender a
sostener
el cuchillo,
tu salvación,
era tu salvación,
no tu exilio,

Aquel,
el que me seducía,
el que me hacía feliz,
me había cortado mis pies,
el motor de mi cuerpo,

Que haría,
estaban rotos,
venas por aquí,
venas por allá,
carne al rojo vivo,
si,
todo era rojo,
hubiese querido que fuera blanco,
azul,
negro,
pero no rojo - odio el rojo -

Sólo los quería de vuelta,
quería mis pies de vuelta,
quería mi piel sana,
y juro que dejaría el cuchillo,
ya no me gustaba,
ya no me seducía,
no hizo daño a otros,
hizo daño a lo que más amaba,

mis pies... - demasiado tarde -

SG

No hay comentarios:

Publicar un comentario